LOS PILARES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA ESPAÑOLA
LA INDUSTRALIZACIÓN EN ESPAÑA
A día de hoy nos encontramos tan familiarizados con la industria, que nos es casi imposible hacernos una idea de la forma en la que vivían nuestros antepasados con su carencia, pues en la actualidad, es la responsable de las principales actividades económicas que sustenta el país. Por ello, en la siguiente entrada, hablaremos de lo cómo la industria llegó a España.
A lo largo de la historia, la Industrialización ha sido uno de los procesos más importantes para el crecimiento de los países, esto es debido a que aquellas regiones que han sufrido dicho cambio, han pasado de una industria agrícola a una industrial, tras la implantación de fábricas que les han generado nuevas vías de mercado.
En España, dicho proceso comenzó en el siglo XIX, tras la Revolución Industrial de Gran Bretaña, siendo así uno de los países más tardíos en sufrir este desarrollo en comparación con el resto de Europa Occidental.
En el año 1830, se implantan las primeras industrias en Cataluña con la textil, dada su producción de algodón y en las zonas de Asturias, Andalucía y País Vasco, dedicadas a la siderurgia a través de la explotación de minerales, además esta última también dada a la industria naval y mecánica. Pero a pesar de ello, no fue hasta mediados del siglo XX, cuando España comenzó a sufrir un verdadero cambio industrial. Esto fue causado por numerosos acontecimientos que dificultaron el proceso, como fue la crisis del petróleo de 1873, que afectó al mundo tras la subida repentina de los precios del crudo a causa de la Guerra del Yom Kippur. Asimismo, la pérdida de las colonias también afectó a la lenta adaptación de la industria y más adelante por la llegada de la Guerra Civil española, la cual aumentó los niveles de pobreza y desembocó en el Régimen Franquista, a partir del cual se encontraba inmerso en una política de proteccionismo, que le dificulta el comercio fuera de sus fronteras y no contaba con una demanda interior que impulsara el comercio, debido a que eran pocos los que tenían un poder adquisitivo que les permitiera un intercambio en el comercio, dado que la mayoría eran campesinos que trabajaban en el campo y no contaban con solvencia suficiente como para adquirir productos del mercado, así como la falta de comunicaciones interiores, lo que les impedía un intercambio eficaz.
Por otro lado, durante la Dictadura del General Militar Francisco Franco, podemos diferenciar dos períodos, el primero caracterizado por el aislamiento que fue el culpable de todo lo citado anteriormente, desde 1939 hasta 1959, pero partir de este momento se produjo la liberación del comercio, la industria y la supresión de los gremios, que conducían a una lenta pero progresiva evolución, acompañada de numerosas inversiones de empresarios motivados por las nuevas perspectivas favorables de futuro, influenciadas por los datos positivos del resto de Europa. Asimismo, la llegada de la segunda industrialización también fue culpable, tras el impulso de las nuevas energías como los combustibles para la mejora de las comunicaciones entre municipios y la electricidad. De igual manera, fue de vital importancia la llegada de la industria química implantada en el sur de la península, la cual fomenta en gran escala la industrialización de la zona y dejó de ser explotada por los ingleses que hasta entonces habían hecho uso de las minas de Río Tinto.
A día de hoy, la industrialización española aún se encuentra en pleno crecimiento, ya que con la llegada de las nuevas tecnologías, los países no dejan de invertir en ellas para así poder aumentar su eficiencia.
Además, debemos objetar que España en la actualidad no se encuentra en una posición favorable de productividad, y esto nos lleva a que cuenta con un problema de inversión industrial, dado que probablemente no esté haciendo un buen uso de los recursos de los que dispone o cuenta con una mala gestión de ellos.
Por lo que, como solución bajo mi punto de vista propondría un aumento de la inversión, y exponer una mayor estimulación para aquellos que puedan llevar a cabo estas inversiones.
Fuentes:
CARMEN HERNÁNDEZ TORNERO
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