DIVISIÓN ADMINISTRATIVA ESPAÑOLA EN COMUNIDADES AUTÓNOMAS
¿CÓMO HA LLEGADO ESPAÑA A SU ACTUAL DIVISIÓN ADMINISTRATIVA EN COMUNIDADES AUTÓNOMAS?
Para explicar de la manera más concisa posible la historia de la división administrativa de España, vamos a remontarnos a los momentos claves de la historia que probablemente, han propiciado más esta división actual en Comunidades Autónomas.
El primer momento clave de la historia es la época de los Reyes Católicos(1479), cuando Isabel y Fernando con su matrimonio consiguieron la unión dinástica de las dos grandes coronas de la península, Castilla y Aragón. Además durante su reinado conquistaron el Reino de Navarra y el reino nazarí de Granada, con lo que por primera vez podemos hablar de España como un ente único. A grandes rasgos, la corona de Castilla se dividía en 13 provincias con derecho a representación en Cortes además de 5 reinos y la corona de Aragón se componía de 4 reinos, cada uno de ellos con diferentes entidades territoriales más pequeñas.
Unión de los reinos que conformaron España con los Reyes Católicos |
Felipe V con los decretos de Nueva planta (1707-1716) impone un nuevo concepto de nación española: absolutista, centralista y uniforme y ya bajo el reinado de Carlos IV se elabora el Nomenclátor de Floridablanca (1789). En él se realiza un inventario de todas las entidades locales, con el propósito de mejorar la administración.
Pero el germen del sistema actual de división territorial en provincias hay que buscarlo en la división de Javier de Burgos (1833). Como secretario de estado de Fomento durante el reinado de la regente Maria Cristina, dividió España en 49 provincias y 15 regiones, inspirándose en organizaciones territoriales del pasado como los reinos de taifas.
Reinos de taifas hacia 1080 |
Esta reforma, convirtió la provincia en la unidad básica de la Administración y fragmentó internamente los antiguos reinos dando a cada porción el nombre de su capital. Fue una división racionalizada del territorio español con el objetivo de centralizar el Estado para facilitar la labor del Gobierno central sobre el conjunto de España.
Las 49 provincias de Javier Burgos |
Con la Revolución Francesa (1789) habían surgido por toda Europa los nacionalismos. En España, destacaron el catalán, vasco, gallego y, en menor medida, el valenciano. Pero estos nacionalismos no se van a desarrollar hasta el siglo XIX empujados por el Desastre del 98. En 1898 cuando España, al perder sus últimas colonias se convirtió en una potencia de segundo nivel, propicia un sentimiento de inferioridad en el pueblo y se ponen de manifiesto los grandes males del país, especialmente el centralismo, lo que favorecería el auge de los regionalismos o nacionalismos periféricos. Solamente el vasco y el catalán, que fracasaron en sus demandas políticas, se convirtieron en nacionalismos durante los distintos gobiernos de la Restauración (1874-1931) debido a esa falta de solución a sus demandas.
El primer intento de crear un Estado democrático, basado en la articulación del pluralismo regional español, se dio en la Segunda República. La Constitución del 9 de diciembre de 1931 admitía la autonomía de las regiones en un sistema descentralizado, y establecía el proceso para alcanzarla.
En 1932, se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña y se empezó a trabajar en el de Castilla, Galicia o País Vasco. En 1936 pidieron su estatuto Aragón, Andalucía, Baleares, Canarias, Extremadura y Valencia. De ellos, el gallego fue ratificado por las Cortes al comienzo de la Guerra Civil y el vasco entró en vigor en octubre de 1936.
Durante la dictadura franquista todos estos avances se vieron truncados y no será hasta la Carta Magna de 1978 donde se adelante ya un nuevo mapa para la organización territorial de España, intentando dar respuesta a las aspiraciones nacionalistas que habían sido acalladas durante la dictadura. Reconoció la existencia de nacionalidades y regiones y definió la organización territorial del Estado en 16 artículos (del 143 al 158). Reconoce también la existencia de unas comunidades 'históricas' y concede un estatus especial al País Vasco y Navarra respetando los derechos históricos de los territorios forales.
Antes de la Constitución de 1978 se dieron los primeros pasos, con la concesión de las llamadas 'preautonomías' por decreto-ley (Cantabria, Madrid y La Rioja fueron las tres únicas que no gozaron de este régimen). Cataluña fue la primera en conseguirlo (el 29 de septiembre de 1977 se restableció provisionalmente la Generalitat), seguida del País Vasco y Galicia que se acogieron a la disposición transitoria segunda, que permitía el acceso rápido a la autonomía (por el artículo 151)
Estatus de las Comunidades Autónomas |
El mapa actual de las 17 autonomías se perfiló entre 1979 y 1983. El 18 de diciembre de 1979, el Congreso aprobó los estatutos de País Vasco y Cataluña; en 1981, los de Galicia, Andalucía, Asturias y Cantabria; en 1982, los de La Rioja, Murcia, Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias y la ley de Amejoramiento del Fuero de Navarra; finalmente, en 1983, los de Extremadura, Baleares, Madrid y Castilla y León. Los estatutos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla se aprobarían en 1995.
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